Odilo no viene de ningún nido, por lo contrario, y aunque les parezca increíble vive de bajo de la almohada.
Se esconde ahí mientras todos dormimos, y nos cuida permanentemente para que no tengamos pesadillas.
Al revés de los seres humanos, él duerme de día, y vigila de noche, porque la luz del sol hace llorar sus ojos como cuando uno corta una cebolla para mezclar con la ensalada.
Pero bueno, volviendo a lo más importante, Odilo es un buen compañero para todos. Fijate si esta noche cuando te vas a descansar, y por casualidad lo ves un momento, no te olvides de saludarlo, para que se ponga bien contento.
-Títeres del Marote-
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